Viaje al pasado

Como una exploradora,
ando caminos hace tiempo deshabitados,
canciones ya sin sentido
que a eso de la mañana traen nostalgias,
la lluvia, el chai, mis letras y el drama
que hace años no te escribo.

Los días de universidad que se van como hilitos,
como no queriendo,
como ya idos y nunca vueltos,
del café contigo, de mis pies fríos,
del ahora sin ti,
ya ni porqué te escribo.

Qué vida la tuya de lejos y sin mí,
qué falta mía a veces de tus ojos,
de lo que decías, a favor, en contra,
de juego, de enojo, de saberte vivo
y cerca y tibio y amante y pocas veces,
como por fortuna, amador mío.

Como una exploradora,
deshago los caminos, engañada por la mente,
por los rincones y lugares que nos vieron juntos,
que abrazaron nuestros días,
de mañanas de estaciones de metros
y mi cuerpo desnudo de tu sala hasta ti.

Me traiciona la memoria y le fallo a mis promesas
y te encuentro en mis letras, cada vez menos tuyas,
más mías, de otros, cada vez más solitarias,
pero no importa cuánto lo intento,
permaneces allí.

Como una exploradora, que viaja al pasado,
te pienso recostado entre mis piernas,
mientras cualquier cosa dicha hace años,
se hace eco para recordarte hoy mismo,
entre las calles que fueron nuestras:
nunca tendrás mi olvido.