El justo instante de saber que existe alguien tan próximo y distante, que hace sentir elefantes en el estómago.
Apenas si te conozco,
apenas si te vi
y apenas si me gustas.
Apenas voy aprendiendo de ti,
de tus ojos negros,
de tus manos bonitas,
de tu cabello tan lacio.
Apenas te voy cuestionando,
con tantito miedo,
con tantita pena,
con tantas ganas.
Y escucho tus gustos por la historia,
por “Invictus”, por Anonymus,
por el brandy…
por el lugar en que naciste.
Aprecio tanto esta sensación,
estar al ladito tuyo, tan cerquita,
tan juntitos.
Tan desconocido,
apenas te voy conociendo,
apenas si te vi.
Llegaste bajo el farol,
cuánta noche junta,
sin tantas estrellas,
ni frío, ni luna.
Cuántas ganas de seguir
siendo extraños,
ni hola, ni adiós.
Ni nunca, ni siempre,
nada más tú y yo.
Apenas si te conozco,
apenas si nuestras manos se juntan…
Y no hay hora mejor para decir adiós,
ni ha existido otro lugar para hacerlo,
ni mejor y peor momento,
ni mejor abrazo, ni sonrisa.
Apenas si te conozco,
apenas si recuerdo tu voz,
el ancho de tu cuerpo,
el color de tu piel.
Apenas si te conozco y no olvido
la inicial de tu nombre,
tus palabras tan finas,
con sentido solo…sin prisa.
Y se nota en tu mirada,
se nota en la mía,
las ganas de curar heridas.
Apenas te voy conociendo,
queriendo saber más de ti.
Apenas te voy conociendo,
apenas si te vi,
apenas se escapan
unos cuantos suspiros…
apenas si te conozco,
y ya te siento cerca,
muy cerca de mí.