Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

jueves, 1 de noviembre de 2018

XXVIII

Te guardaré en mi memoria como si existiera
un poema XXIV (a fin de detener el tiempo)
en donde aquél primer abrazo
escondía lo efímero muy lejos del hastío de hoy.

A esta edad uno ya no está para enigmas
y has decidido atrapar tus miedos
en tinta negra del lado izquierdo,
donde también están parte de mis sueños.

Ante todo sé
que te sigue sobrando seguridad
como si de una particularidad
fielmente tuya se tratara

Y sigues abarcando el mundo en tus brazos
sin entender que no se trata solo de los cumpleaños,
25, 27, la calidez de tus piernas,
las palabras exactas para mis ruinas.

Tanta alma no te cabe en el cuerpo
y los días no te marchitan, te hacen eterno,
porque has aprendido a ser la
rosa náutica que te acompaña

y aunque no haya poema veinticuatro
sigues guardando en secreto la ruta rumbo al sol,
la vida perfecta, los intentos con ganas,
el bosque de un solo árbol.

Porque aunque estos versos sobren
y no sea más ayer, ni octubre ni XXIV
y la hostilidad hable de más,
eres luz, tienes el tiempo exacto.