Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

lunes, 15 de junio de 2015

Atardecer naranja

Estiré la mano y a forma de respuesta
Dios pintó cielos frente a mí,
instaló montañas a mi paso
y uno que otro lago,

y todo lo tornó anaranjado.
No había imperfección
ni espacio para intentar volver al pasado,
¿quién no camina hacia adelante
teniendo un atardecer tan iluminado?

Me llené de paz…

Los silencios no dieron respuestas
pero no había preguntas que yo hiciera,
qué es poner la mente en blanco para meditar,
yo sólo hice peticiones y ofrendas para alabar.

Me voy, como cada día, como cada paso,
me voy para no regresar,
para volver diferente,
más entera, más firme, más azul.

Y tú te vas entre las montañas, las nubes, el cielo,
para volver…
con el alma a salvo, más naranja,
más sabia, más de Dios.

Allá el destino que nos espera
al final de un álbum necesario,
que me ha dado las manos
para pintarte en mis sueños

y sobre todo,
las alas para volar hacia ellos.