Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

domingo, 15 de marzo de 2015

Ahora que me voy

Ahora que me voy me da por preguntar,
por juntar mis emociones y hacer de tripas corazón,
por derramar sentimientos en las paredes
mientras busco el eco del recuerdo.

Ahora que me voy entiendo que ser firme duele
y que doler es más que el ¡ay!
Que la voluntad me parte un poco
y que no sé en realidad cuál es mi voluntad.

Ahora que me voy empiezo a ser directa
en las cuestiones importantes,
ya tienes en paz los demonios de tu alrededor,
a costa de nuestros propios sentimientos.

Ahora que me voy volteo para ser detenida,
para cambiar voluntades, para ser flexible,
para que regrese la paz a mi lado
y deje de quemarse el teléfono dentro del bolsillo.

Ahora que me voy tiro las promesas que se quedaron en el cajón,
y me ponen triste todos los domingos,
como si supiera que son los días que menos me quisiste
y en los que más te faltaré.

Ahora que me voy recuerdo que flaqueo
cuando debo ser más fuerte,
y que no se llena la ausencia con gerberas naranjas
o insultos discretos.

Ahora que me voy entiendo que te quiero más que a todos,
aunque no haya espacio en el mundo
para colocarnos los dos…
aunque de eso dependa desperdiciar el amor.





jueves, 5 de marzo de 2015

Si besarte

Los besos que me faltan los quiero de tu boca.
A Luciano


Me volví impertinente y cobarde
/ entre las once de la noche
y las horas de tu madrugada. /
No miento, quise con ansias
/ guardarte en mis manos frías
que te quedan chicas, /
o colocarte tras mis libros,
para que no te fueras tan pronto,
/ darte por perdido mientras
daba parte a las autoridades /
y después regresaba a dormir en tus brazos.

/ Me propuse aferrarme a
un presente que se diluía /
y enfrentar el futuro que
me había abandonado
al aparecer sin ti…
Todo fue insuficiente,
¡Si orar fuera más sencillo!
Si besarte los labios no fuera la gloria,
Si bastara con leer el empastado
o no beber más chai
para que tú vinieras a colgar la sonrisa…

Ya no importa el rojo en mis labios
que dura horas desde aquel día,
o tirar con paciencia de la Luna,
y verme sinsentido en el espejo
y no llorar para hacer menos dramático todo.
Saber que las huellas mías que se marcan
no van más acompañadas
y que mis dedos se cansaron de escribir para otros.
Me propuse aferrarme
y todo fue insuficiente…
Si besarte los labios no fuera la gloria.