Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

jueves, 31 de enero de 2013

Adiós Tlaxcala

Me asomo por el balcón y te veo engalanada.
Eres una niña traviesa a la que le encanta jugar
a meterse en los corazones de todos
y guarda impecable su vestido de sábado,
con sus flores en la plaza central,
sus artesanos en Xicohténcatl,
su cafés en los portales y esas luces de Ocotlán.

A veces me gusta subir a tu cerrito,
te recorro despacito y te voy queriendo de más.

Allá tienes a tu Malintzi que, aunque nadie crea,
le gusta observar el carnaval.
Allá tienes a tu gente con sus máscaras,
que vuela papalotes,
que colorea tapetes, que baila de colores...
       que sueña mientras te respira...

Aquí me tienes a mí, enamorada por completo de ti.

En momentos creo que has crecido
y empiezas a madurar,
te cambias la ropa y te vistes de mujer.
Tienes la piel morena y el cabello lacio.

A mí me gusta recordarte con sonrisa de niño,
con espíritu de aventurera y mirada clara y tranparente.

Qué importa mi Tlaxcalita
que me rompas el corazón en cada esquina,
que no seas sólo mía.

Yo te llevo conmigo en la sangre,
en mis ojos tristes de tlaxcalteca....
en mis pensamientos y en mi corazón de poeta.

lunes, 21 de enero de 2013

Mis versos y tú

Mis versos y tú tienen una conexión especial, ellos me gritan todo el tiempo que hable de ti, y no se logran callar hasta que con cada letra te logro inventar.
Les encanta pensarte muy feliz leyéndolos, muy bajito o gritándolos. Se regocijan de saberte su lector y se retuercen como gusanitos en comal.

Tú ya sabes, siempre te asomas en ellos, a veces quiero esconderte para que no te encuentres, hago un laberinto que dice tu nombre, pero los muy traicioneros siempre te muestran el camino, porque sólo viven para ti.

Y cuando quiero parar y no escribirte más, se encelan, sólo quieren ser ellos hablando de ti, y me dan la espalda, entonces no sé cómo contentarlos, les enseño paisajes nuevos, canciones, libros, nada funciona hasta que evoco tus gestos...hasta que siguen siendo tuyos, hasta que vuelven a retorcerse de tanta felicidad porque los vuelves a leer.

Mis versos y tú tienen una unión tan especial que te inmortalizan en cada letra, en cada signo, en cada palabra, que juegan contigo y saben a ti.


Ellos no serían sin ti y tú eres mío sólo en ellos.

jueves, 17 de enero de 2013

Le pedí

A él, que sólo estuvo de paso.

Le pedí su nombre, su número telefónico,
     su blog y su cuenta personal.
Una sonrisa, dos, tres, las que tuviera al contado.

Palabras duras, suaves, como fueran (pero que fueran suyas),
una canción, un poema, un soneto, un cuento,
     un libro entero.
Le pedí una mirada, un silencio, un millón de besos.

Yo arme una biblioteca entera, un repertorio inmenso
de canciones, el inventario de cada uno de sus gestos,
una religión que seguía sus huellas, una guitarra
              que sólo sabía tocar para él.

Le pedí que me abrazara, que me desnudara,
que me inventara y me curara.
        Una sonrisa, dos, tres...
Las mil y una noches, yo puse las estrellas
                                                    y la luna, sólo le pedí la miel.

Los jueves por las tardes,
las desveladas para un "nosotros",
cien te quieros, siempre y cuando fueran ciertos,
más palabras, más silencios, más tazas, más cuerdas.

Le pedí que se quedara una vida,
sólo aceptó un café.

viernes, 11 de enero de 2013

Eran estas vacaciones

Dedicatoria: A tus ojos oscuros que siguen negándome amor.
A veces es demasiado tarde cuando uno entiende que esos días nunca regresarán.

Eran estos días los que tanto pedimos ayer,
las vacaciones que nos acercarían,
las tardes del: mañana te veo,
las noches del: otro ratito,
las mañanas del: ya quiero que sean las 6.

Eran estas vacaciones para escuchar a Bunbury,
para volver a caminar por Artesanías,
para ir a la orilla del río a la Rivereña,
para visitas museos y subir al ex convento y comer mañana juntos.
Eran estos días para sólo vernos,
para no escuchar con los oídos,
para aprender a hablar con el corazón.

Para darnos cuenta que todo lo vivido vale la pena al estar unidos,

Y besarnos en Tlaxcala,
Y pedirte no te vayas,
Y contarte secretos y cuentos,
Y enseñarte lo que te escribí.
Y las "gracias" con abrazos,
Y los cafés en los portales,
Y la vista espectacular

Y el pensar: que ésto no se acabe, que no haya más D.F.
que siempre sea Ocotlán, Xicohténcatl, las escalinatas y el lugar donde siempre nos vemos.

Eran estas vacaciones las que tanto pedimos,
Donde el único que vacaciono fue el amor.

Eran estas vacaciones

Dedicatoria: A tus ojos oscuros que siguen negándome amor.
A veces es demasiado tarde cuando uno entiende que esos días nunca regresarán.

Eran estos días los que tanto pedimos ayer,
las vacaciones que nos acercarían,
las tardes del: mañana te veo,
las noches del: otro ratito,
las mañanas del: ya quiero que sean las 6.


Eran estas vacaciones para escuchar a Bunbury, 
para volver a caminar por Artesanías,
para ir a la orilla del río a la Rivereña,
para visitas museos y subir al ex convento y comer mañana juntos.

Eran estos días para sólo vernos,
para no escuchar con los oídos,
para aprender a hablar con el corazón.


Para darnos cuenta que todo lo vivido vale la pena al estar unidos,
 

Y besarnos en Tlaxcala,
Y pedirte no te vayas,
Y contarte secretos y cuentos,
Y enseñarte lo que te escribí.
Y las "gracias" con abrazos,
Y los cafés en los portales,
Y la vista espectacular

Y el pensar: que ésto no se acabe, que no haya más D.F.
que siempre sea Ocotlán, Xicohténcatl, las escalinatas y el lugar donde siempre nos vemos.


Eran estas vacaciones las que tanto pedimos,
Donde el único que vacaciono fue el amor.