Marco tu nombre
en el vidrio empañado
del autobús en que viajo.
En cada kilómetro
una de las siete letras
se evapora y se borra.
Voy cambiando de posición
para poder ver los restos
que de ti quedan.
Al llegar a mi destino
la mitad de la E
es la única que espera.
III Sopa de ti
Yo te como en mi sopa
dos veces por semana.
Busco letras tuyas
y las uno como
si fueran tú.
... Cuando te tengo enterito,
a veces desordenado,
empiezo a devorarte.
Primero la R
y luego la A.
Al final dejo la E.
La desmenuzo a trazos
y la como muy despacio.
IV Tu nombre en las escaleras
El otro día fui
y me senté en el puente
de la avenida.
Quise entrar a
ese lugar anaranjado
llamado hotel
pero no llevaba dinero
ni llevaba compañía.
Es otro día que me quedo
sin llegar a las escaleras
ni saber tu nombre.
Quizás otro día venga
con dinero, acompañada
de otro hombre.
2 comentarios:
Jajajajaj lo confieso, amo leerte, amiga bella!
Pensamiento que me rondan cuando veo hoteles... "¿cómo será por dentro? Algún día vendré, acompañada por algún hombre, espero sea pronto"
Jajajaja....así es amiga, espero que sea bien acompañada...
Te quiero, gracias por seguir pasando!
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