Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

miércoles, 7 de marzo de 2012

La Naturaleza del Cactus sin flor y la Vizcaína

Aclaración: Con dedicación especial.

Si tuviera que pensar en ti como una flor,
elegiría una extraña, una poco usual.
Pero tú no eres flor, eres una planta,
sin fruto, sin flor.

Te paras derechito, te sientas derechito,
caminas derechito, derechito siempre,
como un cactus derechito sin flor.

Yo no te conozco, aunque siento ansias
y necesidad,
y tal vez tus ojos me mienten,
pero tus ojos están llenos de agua.
Eres un cactus y tus espinas me atraen.
Toco tus espinas que no me espinan,
y quiero acercarme a tu boca llena de agua,
últimamente tengo mucha sed.

Pienso es regarte, como riego la única
planta que tengo, una como tú:
de la familia de las cactáceas.

Quiero regarte y remover tu tierra,
tu arena, quiero verte crecer,
y cuidar tus espinas que me atrajeron.

Y llenarte de agua una vez a la semana,
y darte un poquito de sol.
Aunque el sol no es mío,
yo compro un rayito para ti.

Y digo un rayito porque es suficiente,
y porque últimamente los precios subieron
hasta de los rayos del sol.

A veces pienso que volteas como en dirección a mí,
como si tuvieras ganas de abrazarme y no soltarme.
Escucho tu voz clarita. Fuerte y clara.

Eres demasiado bello…
Bello como un cactus feo,
porque esa es tu naturaleza,
la fealdad que va con tu belleza.

El otro día me acerque a ti,
espinaste mi corazón,
pero no has espinado mi boca aún,
y digo aún porque sé que pasará.

Presiento que te gusta pensar en mí,
y cuando te descubres haciéndolo
te avergüenzas y me dejas de pensar,
o al menos, eso tratas.
Me aparezco en tus sueños,
me ves como gerbera y no te quieres acercar a mí,
pensarás que las gerberas y los cactus no van.

Pero quizá sí, y quizás, también, debes acercarte más
y ver que yo no soy gerbera, porque me cansé de serlo,
ahora soy una vizcaína, de la familia de las cactáceas
como tú, ya vamos mejor.

Y me acabo de descubrir escribiendo
tontería y media para ti… cactus sin flor.
Pero me hago como si no lo notará y sigo…
sigo escribiendo para ti.

Lo vuelvo a decir:
Tengo sed y tu boca tiene agua.

Yo sé que en tus sueños me aparezco,
me lo dices tú en mis sueños.
En ellos, los tuyos, no soy más planta,
me vuelvo mujer.
Luego sientes un poco de miedo,
pero me abrazas sin fin.
Despiertas y me quieres cerca de ti…

Si tuviera que pensar en ti como una flor,
preferiría pensarte como otra cosa:

Un piano que guarda armoniosamente notas de Mozart,
o un libro escrito por Benedetti, o por García Márquez,
o mejor, por Casariego.
Eres como una pintura de Van Gogh.

Y si me obligaran a pensarte como una flor,
diría que tú no eres flor, eres simplemente
una planta sin flor.

Eres mi cactus derechito sin flor
y yo quiero ser tu vizcaína.

O un saxofón, o un libro de Saramago,
o una pintura de Rafael, Leonardo,
o Miguel Ángel o escultura de Donatello.

Piénsame como una cactácea
y llévame por un café, aunque suena extraño,
los cactus no toman café,
pero los hombres y las mujeres sí.

Si tuviera que pensar en ti, te pensaría a mi lado,
con espinas, agua, tierra, arena y sol.

Te pensaría como un hombre,
como el hombre que eres,
con tu sonrisa enorme, a mi lado.

Yo quiero que me pienses como una flor,
o como una planta, o una locura,
cualquiera que quieras, pero sobre todo,
que me piense como la mujer que soy.

2 comentarios:

Pauli dijo...

Que linda forma de escribir que tienes.
sabes que te acabas de ganar una seguidora!
besos.

mi blog es(http://palabrasyeso.blogspot.com.ar/)

Canela dijo...

Muchas gracias querida, con gusto me paseo por el tuyo....

Un abrazote inmenso