Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

sábado, 9 de marzo de 2013

Javier

Hilvano las letras de tu nombre a mi piel,

como pequeñas perlas recorren despacio un camino a 45°.
Bajan sumisas, sin oponerse,
sin detenerse hasta la punta de mis pies.

Recorto trocitos de tu recuerdo
y los pongo bajo la almohada.
Los voy sacando uno por uno
y los bebo con mi té.

Como  turroncitos de azúcar
se disuelven en el fondo
y entran a mi cuerpo para
hablarme de ti.

Intento una caligrafía perfecta
para escribir tu nombre.
Y te escribo.
Y te sigo escribiendo.

Con simplicidad:
                          Javier.

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