Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

sábado, 16 de marzo de 2013

En deuda

A usted le debo de todo.
Dos tristezas, de esas que secan,
y tres alegrías.

Conocimientos, pensamientos que contagia con cada palabra,
días que ilumina con su sonrisa,
y noches de sal, sudor y saliva.

Le debo algunos vicios y excesos,
porque usted no es todo bueno,
y como me enseña buenas costumbres,
me deja muchas manías.

Le debo el gusto por cierta música
y náuseas por otras canciones.

Años de nuestras vidas
en que nada se cumple
porque la perfección también es un estado
para el que se tiene que estar preparado.

Sumo recuerdos con lluvia, fríos, soleados y despejados,
martes, jueves, enojos, (encuentros y desencuentros).
Tomas de decisiones, firmeza,
la resta de todo el orgullo,
porque a su lado esa palabra suena muy sinsentido.

Horas de espera,
postrada en la silla, en el sillón, en la cama
y de usted nada.
(Tenemos que alejarnos para después acercarnos).

Mil versos, entre sensaciones, sentimientos, olores,
su piel morena, su boca carnosa, su nariz ancha y
su ventana abierta.

Lágrimas también le debo.
La fiesta en la cocina,
las manzanas, la leche del envase, el helado, el chocolate con pana,
los besos en el carro,
en la estación, en el café, en el puente, los besos solos y con abrazos
y sólo los abrazos.

Ando en deuda con usted.
y para pagarle, a ver si me alcanza media vida.

No hay comentarios: