Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

lunes, 17 de febrero de 2014

Golondrina

La neblina se hizo parte del paisaje, 
de las líneas en la carretera que marcan el carril, 
de los árboles con posturas incómodas, 
con hojas descoloridas, con ramas rotas, 
con tus manos cansadas de tanta libertad. 

Pierdo tiempo escribiéndote, 
deshaciendo la distancia, 
recortado pedazos de vida que me atrevo a entregarte, 
hablando de nostalgias que cargo en la espalda. 

Tú vuelas como gaviota y yo soy golondrina, 
y nada de lo que digamos tiene sentido, 
ni la forma en que te espero, 
ni el anís que hierve sin que lo bebas, 
mucho menos las palabras no dichas. 

Me enferma más allá de mí tu manera de vivir, 
se me cuelan por los poros sentimientos poco ecuánimes 
que me piden que nos perdamos en la Sierra de Puebla 
a buscar la carretera correcta para llegar a la playa prometida. 

Dejo de quererte en días soleados, 
en noches sin estrellas, 
dejo de llamarte, 
de pensarte, de escribirte. 

De seguir el camino, de mirar el paisaje, 
de andar entre neblina, 
te vuelves sonrisa 
y yo me quedo golondrina.

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