Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

sábado, 25 de agosto de 2012

¿Cómo te explico?


Y resulta que también tú estás aquí
Cómo explicarte ésto que siento
si por más que intento no encuentro
palabras, ni imágenes, ni actos suficientes.

Si vivimos en un teatro
y somos parte  de la obra en escena,
el primer acto ha terminado,
vienen el segundo, en tercero ¿cuál?
¿Cuál será nuestro acto fina?

Cómo explicarte que sólo estamos siendo,
que mañana no seremos más,
seremos otros, en otro pensamiento,
en otro cuerpo
que para ser, sólo Dios
que siempre ha sido y nunca dejará de ser.

Cómo te explico que el cielo no es azul,
que tu azul no es el mío,
ni tu mar, ni tu lluvia, ni tu sol,
porque para cada uno hay un nuevo día,
porque astros hay más de mil
y seguimos viendo sólo uno.

Cómo explicarte que el hecho de coincidir
no es coincidencia,
ni tú ni yo somos el porqué de la existencia,
pero sí hay un porqué de nuestro ser.

Cómo explicarte que soy frágil,
que soy inexplicable,
que te quiero como nadie sabe,
como tú no entiendes,
como si tuviera un corazón para ti
y  otro para el mundo entero.

Cómo te explico que no son las palabras,
ni las letras,
ni los acentos,
ni las comas,
ni los puntos,
ni los trazos.

Es la forma de hablar,
de interpretar,
en el pedir está el dar.

Cómo te explico que mañana
volverá a ser ayer,
que los días son una invención
sólo para contar la vida,
para almacenarla en calendarios,
en meses de contigo,
y meses de sin ti.

Cómo  explicarte que hay que aprovechar,
y que aprovechar no es lo mismo que ser aprovechados,
que lo que se pone en desuso
termina por no servir más.

Cómo te explico que no somos extraños
por no conocernos
sino por habernos conocido,
por extrañarnos.

Cómo explicarte esto que siento,
si decir “Te quiero” me parece poco
y amarte puede ser una promesa falsa.

Cómo explicarte el mundo,
si de entrada me dejas sin palabras.