Cerré los ojos para escuchar la canción,
como un súbito destello de consuelo viniste a mí
y en forma de respuesta / arranqué ocho notas para tocar en tu cuerpo.
Me escribí un poema mental que se esfumó con el viento
en donde plasmé sutilmente que Te quiero,
y antes de que el vals terminara
nos volvimos ondas que bailaban en un mismo tiempo.
Me hizo falta tu boca en forma de trompeta
paseando por mi espalda…
y mis cabellos que cuando / los tocas se vuelven pentagramas,
por eso rebobino y pongo play,
para que una vez más, seamos música en medio del silencio.
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