Esta vida tan plácida me extingue...

De pequeña quería ser un ser ruidoso y decorativo...

domingo, 18 de septiembre de 2016

Viernes II

(Semanario III)

Es verdad que lloré abrazada a ti
en la escena más ridícula 
que mi vida pudo tener,
se trataba de intentar decidir:

apostar al amor o valientemente huir,
en un fingido intento
cuando desde el sábado 
tomaste la decisión.

Por eso arrastré mi tristeza
de estación en estación,
no nos vimos partir

ni escuché tu adiós,
pero en definitiva, 
ese viernes me marcó.

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